Esenciales de Malta: cosas que debe saber antes de solicitar la residencia o la ciudadanía

Ubicación. Malta es un país insular situado en el centro del mar Mediterráneo. Sus vecinos más cercanos son la isla italiana de Sicilia, Libia y Túnez, en la costa del norte de África. Malta está situada en un archipiélago, y sus tres islas más grandes están habitadas. Estas son las islas de Malta, Gozo y Comino.

Clima. Malta tiene un clima mediterráneo con veranos calurosos e inviernos suaves y casi sin nieve. La primavera suele ser lluviosa. Los meses más calurosos del año son julio y agosto, cuando la temperatura alcanza los 30 ºC, y los más fríos son enero y febrero, con una temperatura media de alrededor de 13 ºC.

La temperatura media del mar en Malta es de 20 ºC. La más alta se registra en agosto, cuando alcanza los 26 ºC. De enero a abril, la temperatura del mar desciende a 15—16 ºC.

Idioma. El maltés y el inglés son los dos idiomas oficiales de Malta. El maltés es una lengua semítica derivada de un dialecto del árabe. Se escribe en alfabeto latino.

Los expatriados no tienen que aprender maltés para vivir cómodamente en Malta, ya que la mayor parte de la población habla inglés.

Población. La población total de Malta es de alrededor de 520.000 personas. Alrededor del 80% son malteses; el resto son inmigrantes de otros países.

Malta ofrece a los ciudadanos extranjeros la oportunidad de obtener residencia por inversión o de obtener la ciudadanía por naturalización por servicios excepcionales mediante inversión directa.

Sistema político. Actualmente, Malta es una república unitaria multipartidista. El parlamento maltés es la Cámara de Representantes, y el presidente es elegido por este cada cinco años. El poder ejecutivo es ejercido por el Gobierno, encabezado por el primer ministro.

Religión. El catolicismo romano es la religión estatal en Malta. Existen comunidades protestantes y musulmanas.

La capital de Malta es la ciudad de La Valeta en la costa este de la isla de Malta. La ciudad tiene una población de alrededor de 5.100 residentes. La Valeta ocupa solo 0,61 km2, lo que equivale aproximadamente al tamaño de Disneyland Park en California. Es la capital más pequeña de Europa.

Las ciudades más grandes por población son Birkiraka y Saint Paul’s Bay, con 29.000 y 25.000 residentes, respectivamente.

Las zonas de Qawra y Bugibba forman un gran paseo marítimo dentro de Saint Paul’s Bay. Los turistas adoran este lugar por sus atracciones históricas, excelentes restaurantes, animadas discotecas, hermosas vistas panorámicas del mar y la costa rocosa con pequeñas calas para acceder a aguas cristalinas.

La ciudad de Mdina, con una población de solo unos pocos cientos de personas, es la antigua capital del país. Ahora es el centro de la nobleza maltesa y las autoridades religiosas.

Saint Julian’s y Sliema en la costa este de la isla de Malta son populares ciudades turísticas con toda la infraestructura necesaria. Están a 10 minutos en coche de La Valeta.

Mellieha es un lugar turístico popular en el norte de la isla de Malta, junto con Qawra y Bugibba. Es un pueblo tranquilo con playas de arena y paisajes pintorescos. Por su ambiente relajado, tanto los lugareños como los turistas extranjeros lo eligen a menudo para el ocio familiar.

Marsaskala, una ciudad en la parte suroeste de la isla, ocupa el lugar de los centros turísticos más populares. Los lugareños suelen ir allí a pescar. Los turistas, por otro lado, disfrutan de marisco fresco en los restaurantes.

Las islas maltesas fueron habitadas por primera vez alrededor del 5900 a.C. Debido a su ubicación en el cruce de las rutas comerciales entre Europa y África, estas tierras fueron atractivas para gobernantes de diferentes países e imperios.

A lo largo de los siglos, Malta estuvo bajo el dominio de los fenicios, los cartagineses, los romanos, los bizantinos, los árabes y los normandos. Todas estas culturas dejaron sus huellas en las islas.

En 1798, Napoleón Bonaparte se apoderó de las islas, pero poco después, Malta pasó a estar bajo dominio británico. Permaneció como parte del Imperio Británico hasta que obtuvo la independencia en 1964.

El país mantuvo a Isabel II como Reina de Malta durante diez años después de convertirse en un estado independiente. En 1974, Malta se convirtió en una República. En mayo de 2004, el estado se unió a la Unión Europea.

Salarios y pensiones. La Oficina Nacional de Estadística de Malta informa que el salario medio en el país es de alrededor de 20.500 € anuales o 1.700 € al mes. El salario mínimo es de 792 €. Los residentes de Malta ganan más que los de Grecia o Portugal, según Eurostat.

Los jubilados en Malta reciben dos tercios de sus antiguos salarios como pensión, pero no más de 22.138 € anuales. Los ciudadanos malteses pueden jubilarse a los 61 o 65 años. Aquellos que aceptan empezar a recibir la pensión más tarde pueden aumentar sus ingresos entre un 5 y un 6,5%.

Impuestos. El impuesto sobre la renta para personas físicas en Malta es del 0% al 35%, dependiendo de los ingresos y el estado civil de la persona. Por ejemplo, una persona no casada que gane 9.100 € al año o menos pagará el 0% de impuesto sobre la renta. Y aquellos que ganen más de 60.000 € al año tienen que pagar el impuesto al tipo más alto: el 35%.

Para las empresas, los impuestos principales son un impuesto sobre la renta fijo del 35% y el IVA a un tipo base del 18%. La cantidad total pagada en impuestos puede reducirse mediante reembolsos y otros beneficios.

Seguridad. Malta es un lugar seguro para vivir y criar hijos. Los índices de criminalidad son relativamente bajos. Según un estudio de Eurostat, en Malta solo se denuncian 25 delitos a la policía por cada 100.000 residentes: es menos que en los Países Bajos, Irlanda o Dinamarca.

Además, Malta es considerada el país más seguro de Europa y el segundo más seguro del mundo en cuanto a la seguridad de las mujeres.

Los autores del Global Wealth Migration Review estudiaron el número de denuncias de agresión realizadas por mujeres en 195 países, considerando la fiabilidad de las estadísticas de delincuencia y la libertad de las mujeres para presentar denuncias a la policía.

Atención sanitaria. El sistema de atención sanitaria de Malta ofrece hospitales y clínicas tanto estatales como privados. La mayoría de los residentes, alrededor del 80%, aprovechan las instalaciones estatales.

Según Statista, Malta se encuentra entre los 15 países principales del mundo por la puntuación del índice de salud. El índice de salud mide el grado en que las personas están sanas y tienen acceso a instalaciones sanitarias en el país, así como las tasas de mortalidad, las enfermedades y los factores de riesgo, y los resultados de salud.

Educación. Los niños malteses comienzan a estudiar en la escuela a los cinco años. Hay tres tipos de escuelas: públicas, privadas y religiosas. Además, hay escuelas internacionales con educación en inglés.

Después de graduarse de la escuela secundaria a los 18 años, los malteses pueden continuar su educación en una de las universidades.

El sistema de educación superior maltés se adhiere a los principios del sistema de Bolonia europeo. Esto significa que hay tres tipos de programas: grado, máster y doctorado. Un año de grado cuesta entre 3.000 y 10.000 euros, dependiendo del programa.

Por ejemplo, en la Universidad de Malta, una de las universidades más antiguas de Europa, los precios de los programas de grado comienzan en 8.500 €.

Precios de la propiedad para alquiler y compra. El alquiler en La Valeta cuesta alrededor de 890 € por un apartamento de un dormitorio y 1.200 € por uno de dos dormitorios, según Eurostat.

El precio de la vivienda en venta es de unos 1.986 € por metro cuadrado en La Valeta y de unos 2.322 € en la parte norte de la isla de Malta, según un informe de la plataforma analítica Djar. El inmueble más barato se encuentra en la isla de Gozo: 1.449 € por metro cuadrado.

Alquilar o comprar bienes inmuebles en Malta es una de las condiciones para obtener un permiso de residencia o residencia permanente por inversión en el país. Además, los extranjeros que compran o alquilan una vivienda en Malta pueden obtener la ciudadanía por naturalización por servicios excepcionales mediante inversión directa.

Gastos diarios. Debido a la ubicación de Malta, los productos importados pueden ser relativamente caros allí. Esto aumenta el coste de vida en las islas.

Según la base de datos Numbeo, una persona soltera necesita alrededor de 770 € al mes para sus gastos diarios sin incluir el alquiler. Esto es más que en España o Portugal, pero menos que en los Países Bajos y Austria.

El 20% de la población de Malta son ciudadanos extranjeros. Esta no es una tendencia nueva: inmigrantes de diferentes países han estado eligiendo Malta desde hace décadas. En los años 90, personas de Europa del Este y del Sur venían allí a trabajar y estudiar.

Incluso antes, como resultado del dominio británico, muchas personas del Reino Unido se trasladaron a las islas para vivir, trabajar y jubilarse.

La mayoría de los expatriados eligen las regiones de Sliema y St Paul’s Bay. En estas áreas, alrededor de un tercio de la población son residentes extranjeros, según la Oficina Nacional de Estadística de Malta.

Los inversores pueden obtener residencia y ciudadanía por naturalización. Una de las formas en que los ciudadanos extranjeros pueden obtener la residencia en Malta es participando en su programa de residencia por inversión. Las condiciones incluyen la compra o el alquiler de una propiedad de alto valor en el país, el pago de tasas administrativas y gubernamentales y, en algunos casos, la realización de una donación benéfica no reembolsable a una organización no gubernamental local.

La ciudadanía de Malta se puede obtener por naturalización por servicios excepcionales mediante inversión directa. La inversión mínima, en este caso, es de 690.000 €. Antes de obtener un pasaporte, el solicitante debe mantener el estatus de residente durante 1 o 3 años.

Esta vía para obtener la ciudadanía maltesa está actualmente en revisión. Para recibir una actualización tan pronto como esté disponible de nuevo, por favor, deje su correo electrónico.

Residencia fiscal. Los inversores y otros ciudadanos malteses naturalizados no obtienen ningún beneficio fiscal en Malta. Pero el sistema fiscal del país en sí puede ser beneficioso en comparación con su país de origen.

Por ejemplo, Malta no tiene un impuesto anual sobre la propiedad. Además, la fiscalidad para las empresas es bastante favorable: los accionistas de las empresas maltesas pueden recuperar hasta el 100% del impuesto de sociedades pagado como reembolso.

Normalmente, para convertirse en residente fiscal de Malta, uno debe vivir en el país durante más de 183 días al año.

Los ciudadanos y residentes de Malta obtienen muchos beneficios al obtener su estatus.

Los ciudadanos del país pueden visitar más de 180 países sin visado, obtener el derecho a residir y trabajar en Malta o en cualquier otro país de la UE, y aprovechar la atención sanitaria y la educación locales.

Los residentes de Malta pueden vivir en el país indefinidamente, viajar a los estados del espacio Schengen durante 90 días cada período de 180 días, así como estudiar en universidades locales y recibir tratamiento en centros de salud malteses.

A sus solicitudes de ciudadanía y residencia, los inversores pueden añadir a sus familiares cercanos:

• cónyuges o parejas de hecho;
• hijos menores de 18 años;
• hijos principalmente dependientes mayores de 18 años sin límite de edad para la residencia permanente y con un límite de edad de 29 años para la ciudadanía;
• padres del inversor y de su cónyuge;
• abuelos de los inversores y de sus cónyuges.

Permiso de residencia de Malta. Los inversores que buscan un permiso de residencia en Malta compran o alquilan una propiedad en el país y pagan una tasa administrativa. Además, el solicitante gastará al menos 15.000 € al año en impuestos.

El precio mínimo de la propiedad depende de la ubicación. En el caso de alquiler, es de 8.750 € para viviendas en el sur de Malta o en la isla de Gozo y de 9.600 € para el norte o centro de Malta. Además, el inversor debe pagar una tasa administrativa de 6.000 €.

Si el inversor desea comprar bienes inmuebles, el precio mínimo es de 220.000 € para propiedades en el sur de Malta y la isla de Gozo. En este caso, la tasa administrativa es de 5.500 €.

Para propiedades en el norte y centro de Malta, el coste mínimo es de 275.000 €, y la tasa administrativa es de 6.000 €.

Programa de residencia permanente de Malta. Para convertirse en residentes permanentes de Malta, los solicitantes deben cumplir varias condiciones de inversión. Esto incluye el alquiler o la compra de bienes inmuebles, el pago de tasas gubernamentales, de contribución y administrativas, y la realización de una donación a una organización no gubernamental local.

El precio mínimo de un inmueble de alquiler es de 14.000 € al año. Si el solicitante decide comprar bienes inmuebles, el umbral de inversión es de 375.000 €.

La tasa de contribución es de 60.000 € en el caso de alquiler de bienes inmuebles y de 30.000 € en el caso de compra. Si se incluyen miembros de la familia en la solicitud, la tasa aumenta en 5.000 € por cada solicitante.

La tasa administrativa es de 40.000 €, y la donación benéfica es de 2.000 €, independientemente de si se alquila o se compra un inmueble.

Además de los gastos anteriores, el solicitante presenta pruebas de al menos:

• 500.000 € en activos disponibles, incluyendo un mínimo de 150.000 € en activos financieros líquidos;
• o 650.000 €, con al menos 75.000 € en activos financieros líquidos.

Ciudadanía por naturalización por servicios excepcionales mediante inversión directa. Antes de obtener sus pasaportes, los inversores deben mantener primero el estatus de residente durante 1 o 3 años.

La cantidad total de inversión incluye la compra o el alquiler de bienes inmuebles, una contribución no reembolsable al Fondo Nacional de Desarrollo y Social (NDSF), una donación a una organización no gubernamental maltesa y tasas administrativas.

Si un inversor decide comprar bienes inmuebles, el precio mínimo de estos debe ser de 700.000 € o más. En el caso de alquiler, la propiedad debe costar al menos 16.000 € al año.

El solicitante está obligado a mantener la propiedad del inmueble durante cinco años después de obtener la ciudadanía. Transcurridos cinco años, puede venderse. Lo mismo ocurre con el alquiler: el contrato de arrendamiento debe ser de al menos cinco años.

La contribución al NDSF es de 600.000 € para la ciudadanía en tres años y de 750.000 € para la ciudadanía en un año. Por cada miembro de la familia incluido en la solicitud, el inversor debe añadir 50.000 €. Además, los inversores deben hacer una donación de 10.000 € a una ONG maltesa.

Junto con las inversiones, el solicitante también paga una tasa de prueba de elegibilidad de 15.000 €, tasas administrativas de 3.000 € y una tasa de emisión de tarjeta de permiso de residencia de 5.000 €.

1. Estilo de vida relajado. Malta no tiene megaciudades vastas y ajetreadas. Las ciudades más grandes tienen una población de menos de 30.000 habitantes y se parecen a pueblos y aldeas tranquilos.

La gente en Malta prefiere una vida lenta y sin estrés. Normalmente, no están acostumbrados a quedarse hasta tarde en el trabajo ni a sacrificar sus fines de semana por ello. En su lugar, disfrutan de su tiempo libre en pícnics familiares y escapadas de fin de semana con amigos.

2. Clima suave. El buen tiempo casi todo el año es otro aspecto atractivo de Malta. La temporada de baño allí dura seis meses, de mayo a octubre. Y los inviernos son sin nieve y muy suaves.

3. Amigable con los expatriados. Siendo uno de cada cinco residentes de Malta un expatriado, existe una gran comunidad de residentes extranjeros. Hay escuelas privadas internacionales con clases en inglés para niños y muchas escuelas de idiomas para adultos.

Los extranjeros no tienen que aprender el idioma maltés para vivir cómodamente allí porque casi todo el mundo habla inglés. Todas las páginas web de las instituciones estatales, los servicios comunitarios y las universidades están traducidas al inglés.

4. Buena medicina. Malta ofrece uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo a sus ciudadanos y residentes. Según el Índice de Acceso y Calidad de la Atención Sanitaria de Lancet, Malta se encuentra entre los 30 países principales con atención médica de alta calidad disponible para sus residentes.

Los ciudadanos malteses reciben tratamiento gratuito en clínicas y hospitales estatales. Los extranjeros con residencia pueden acceder a la atención sanitaria del país con un seguro médico, que, en la mayoría de los casos, es necesario para obtener un permiso de residencia.

5. Educación europea. Los ciudadanos de Malta pueden aprovechar las universidades de toda la Unión Europea y estudiar allí con tasas de matrícula bajas o nulas. Por ejemplo, los hijos de ciudadanos malteses pueden estudiar en universidades portuguesas, austriacas y alemanas de forma gratuita.

6. Coste de vida relativamente bajo. Aunque Malta no es el país más barato para vivir, la vida cotidiana allí sigue siendo mucho más asequible que en los países de Europa Occidental y del Norte.

Los precios de alquiler en La Valeta, por ejemplo, son más bajos que en Múnich, París o Estocolmo. En su vida diaria en Malta, la gente gasta menos que los residentes de Bélgica, Francia y Austria.

7. Entorno hermoso. Malta cuenta con impresionantes atracciones naturales y monumentos culturales de la antigüedad. Aunque el país es relativamente pequeño —es cinco veces más pequeño que Londres — siempre hay lugares a los que ir y maravillas que ver.

1. Actividades culturales y vida nocturna limitadas. No hay tantas actividades en Malta aparte de hacer turismo y descansar junto al mar. Aquellos a quienes les encanta asistir a musicales cada semana y bailar en fiestas hasta las 5 de la mañana podrían encontrar la vida en Malta un poco aburrida.

2. Construcción por todas partes. El paisaje de las ciudades y pueblos de Malta está cambiando rápidamente: se están construyendo constantemente nuevos complejos residenciales y hoteles. Los lugareños se quejan de que hay obras por todas partes, lo que estropea las vistas y puede ser bastante ruidoso para quienes viven cerca.

3. Burocracia. Los nuevos residentes de Malta tendrán que acostumbrarse a una gran cantidad de papeleo y burocracia. Los procesos en las oficinas de la administración local a veces podrían ser más ágiles y fáciles de usar; algunos servicios no se pueden obtener en línea y requieren la presentación personal de documentos.

Los inversores evitan hacer todo el papeleo por sí mismos cuando se trata de programas de residencia por inversión y ciudadanía por naturalización por servicios excepcionales. Solo pueden presentar la solicitud con un intermediario legal y deben hacerlo a través de un agente autorizado, como Immigrant Invest.

4. Sin calefacción central. La mayor parte del año, esto no es un problema. Pero hay un par de meses de invierno en los que la temperatura desciende a 10ºC, y sería agradable tener calefacción central. El problema, sin embargo, puede resolverse con un simple calefactor eléctrico portátil.

5. Playas concurridas. Malta cuenta con varias playas con Bandera Azul; se ven paradisíacas en las fotos, pero durante la temporada alta pueden estar muy concurridas. Afortunadamente, a mediados de septiembre, la mayoría de los turistas abandonan las islas, dejando a los residentes unos dos meses para disfrutar de las playas de arena blanca y el mar cálido.

1. Los inversores pueden optar a tres estatus en Malta: un permiso de residencia, residencia permanente y ciudadanía por naturalización por servicios excepcionales mediante inversión directa.

2. Malta se encuentra cerca de Sicilia, Libia y Túnez. Consiste en un archipiélago habitado, con sus tres islas más grandes: Malta, Gozo y Comino.

3. La capital de Malta, La Valeta, es la capital más pequeña de Europa. Ciudades más grandes como Birkirkara y Saint Paul’s Bay ofrecen atracciones vibrantes, mientras que las ciudades turísticas como Saint Julian’s, Sliema y Mellieha son conocidas por sus playas, ocio y marisco fresco.

4. Los expatriados pueden vivir cómodamente en Malta sin aprender maltés, ya que la mayoría de la población habla inglés. El país tiene dos idiomas oficiales: maltés e inglés.

5. Malta ofrece un estilo de vida relajado, un clima suave y una comunidad de expatriados acogedora. Los residentes también se benefician de una excelente atención sanitaria, acceso a una educación europea asequible y un coste de vida relativamente bajo.