15 ventajas y desventajas de la segunda ciudadanía: una lista completa

Una persona puede tener ciudadanía en varios estados. En este caso, se denomina ciudadanía múltiple: doble o segunda. Se pueden tener incluso tres pasaportes si la legislación de los tres países permite convertirse en ciudadano de otro estado.

Existen la doble ciudadanía y la segunda ciudadanía. Cada estatus tiene sus ventajas y desventajas.

La doble ciudadanía implica que los estados reconocen el estatus de una persona en ambos países. En este caso, se pagan impuestos y se realiza el servicio militar solo en el país de residencia. La doble ciudadanía solo puede ser obtenida por ciudadanos de países que tienen un acuerdo efectivo sobre doble ciudadanía.

Una ventaja de la doble ciudadanía es la oportunidad de elegir el país en el que vivir, pagar impuestos y servir en el ejército. Un individuo también recibe una pensión y beneficios sociales solo en un estado.

Si un cosmopolita adquiere la ciudadanía de un país que no tiene un acuerdo de ciudadanía con su país de origen, se trata de una segunda ciudadanía, no de doble ciudadanía.

La segunda ciudadanía asume que cada uno de los países considera a una persona únicamente como su ciudadano y no reconoce sus obligaciones con otro estado.

La segunda ciudadanía puede obtenerse por naturalización después de vivir en un país durante varios años como residente. Algunos estados otorgan pasaportes a cambio de inversiones en la economía, lo que suele ser más rápido y fácil que la naturalización.

La segunda ciudadanía se obtiene por diversas razones, como viajes sin visado, desarrollo empresarial o reubicación en otro estado.

Los ciudadanos de dos o más estados se denominan nacionales múltiples. La ciudadanía múltiple se mencionó por primera vez en la Carta de la ONU después de la Segunda Guerra Mundial, cuando muchas personas se convirtieron en migrantes forzados.

Cuando una persona obtiene una segunda, tercera y posterior ciudadanía en otro estado, surge la nacionalidad múltiple con un estatus nominal. La posesión de un segundo pasaporte de un estado extranjero no está regulada ni por la ley federal ni por los tratados internacionales.

En algunos países, la obtención de un segundo pasaporte está prohibida por ley. Para convertirse en ciudadano de dichos países, se debe renunciar a la primera ciudadanía.

Estas reglas se aplican, por ejemplo, en España, India, China y Singapur. Sin embargo, en ciertos casos, los países pueden permitir que las personas conserven su ciudadanía original si fue otorgada por razones excepcionales, como la ciudadanía por mérito.

1. Viajes sin visado. La segunda ciudadanía puede abrir nuevas oportunidades de viaje si un país tiene muchos acuerdos de exención de visado con otros países.

Los nacionales de terceros países generalmente no pueden visitar libremente el Reino Unido, Estados Unidos, China o los países de la UE, ya que requieren un visado. La segunda ciudadanía puede resolver este problema. Por ejemplo, las personas con pasaporte de un país caribeño o de Malta pueden visitar los países Schengen sin visado.

2. Mejores condiciones para obtener un visado de EE. UU. La segunda ciudadanía podría simplificar el proceso de obtención de un visado de EE. UU. Los ciudadanos de países caribeños pueden recibir un visado B-1/B-2 por diez años, mientras que los ciudadanos de Vanuatu son elegibles para un visado válido por cinco años.

Los ciudadanos de Granada pueden solicitar un visado de negocios E-2 debido a un acuerdo especial con EE. UU. El visado E-2 permite a un ciudadano granadino mudarse a EE. UU. con su familia.

Para calificar, el solicitante debe vivir en Granada durante tres años, abrir o comprar un negocio en Estados Unidos y realizar una inversión sustancial. Aunque no hay un umbral mínimo, las inversiones suelen comenzar a partir de 200.000 $.

3. Mejores oportunidades de estudio y trabajo. La segunda ciudadanía permite a las personas vivir, estudiar y trabajar en el país de su segunda nacionalidad sin obtener visados o permisos adicionales. Un segundo pasaporte también puede facilitar el acceso a la educación en otros países.

A un segundo pasaporte permite a los hijos de cosmopolitas estudiar en el extranjero sin necesidad de un visado de estudiante o extender el tiempo disponible para buscar empleo después de la graduación. Por ejemplo, en Suiza, los graduados deben conseguir un trabajo en un plazo de seis meses, y en el Reino Unido los extranjeros solo tienen cuatro meses. Un segundo pasaporte puede eliminar estas restricciones.

4. Acceso a medicina de alto nivel. Para buscar tratamiento en el extranjero, normalmente se necesita un visado médico o incluso un permiso de residencia, si el tratamiento es prolongado.

Con la segunda ciudadanía, un cosmopolita puede evitar perder tiempo en la obtención de un visado y volar inmediatamente al país de su segunda nacionalidad. También puede proporcionar acceso sin visado a ciertos otros países para necesidades médicas urgentes.

Si un cosmopolita con pasaporte caribeño necesita ir urgentemente a una clínica en Alemania, Suiza o el Reino Unido, puede volar al país sin visado y permanecer allí hasta 3 meses. Malta participa en el programa de exención de visado de EE. UU., por lo que sus ciudadanos no necesitan un visado médico de EE. UU. para tratamientos de hasta 90 días.

La ciudadanía de Vanuatu puede obtenerse en 2-4 meses, por lo que los documentos pueden emitirse incluso durante el tratamiento en el extranjero. El inversor solo necesita visitar el país o uno de sus consulados para presentar los datos biométricos. Esto ayuda a pasar el período de rehabilitación en condiciones cómodas.

5. Optimización fiscal. La segunda ciudadanía permite a su titular establecerse en otro país y convertirse en su residente fiscal. En este caso, el individuo puede pagar impuestos a las tasas del país de su segunda ciudadanía, lo que podría reducir su carga fiscal.

6. Desarrollo empresarial en el extranjero. Los emprendedores con segunda ciudadanía pueden establecer empresas en el extranjero, simplificando las operaciones comerciales. Esto elimina la necesidad de intermediarios y evita las restricciones de control de divisas.

Los titulares de un segundo pasaporte pueden elegir jurisdicciones con condiciones empresariales favorables. Por ejemplo, los países caribeños no divulgan información sobre los propietarios de empresas ni la incluyen en registros públicos. Las empresas comerciales internacionales en el Caribe están exentas de presentar informes o someterse a auditorías anuales.

Además, los países caribeños no imponen regulaciones estrictas de control de divisas.

7. Oportunidad de mudarse a otro país. Un segundo pasaporte permite a su titular mudarse al país de la segunda ciudadanía y residir allí permanentemente sin restricciones.

A veces un pasaporte ofrece varias alternativas para mudarse. Por ejemplo, un pasaporte granadino permite la reubicación en Granada u obtener un visado E-2 para mudarse a Estados Unidos.

8. Mayores oportunidades financieras. La segunda ciudadanía puede otorgar acceso a diversos sistemas bancarios, facilitando la apertura de cuentas, la obtención de préstamos y la inversión. Algunos países ofrecen una mayor privacidad bancaria o estructuras de inversión, protegiendo el patrimonio y mejorando las carteras financieras de los inversores.

9. Ampliación de los derechos de propiedad. La segunda ciudadanía elimina las restricciones que algunos países imponen a la compra de propiedades por parte de extranjeros. Permite a los inversores adquirir bienes inmuebles en condiciones más favorables y beneficiarse de ventajas fiscales locales en adquisiciones o ventas.

10. Mayor facilidad para la reunificación familiar. Muchos países permiten a los familiares de los ciudadanos obtener permisos de residencia o residencia permanente a través de la reunificación familiar. También pueden estar disponibles procedimientos simplificados para que los miembros de la familia adquieran la ciudadanía.

La segunda ciudadanía obtenida a través de programas de inversión a menudo se extiende a los miembros de la familia inmediata, otorgándoles los mismos beneficios de un segundo pasaporte, como la libertad de viajar, el derecho a vivir y trabajar en el país, y el acceso a la educación y la atención médica.

Notificación obligatoria. Algunos países exigen a las personas que notifiquen al gobierno la obtención de una segunda ciudadanía. Por retraso u ocultación de información, se prevé responsabilidad administrativa y penal, por ejemplo, multa o trabajos correccionales.

Prohibición de trabajar en organismos gubernamentales. En algunos países, los ciudadanos con un segundo pasaporte no pueden ocupar cargos electos ni trabajar en organismos gubernamentales. No son elegibles para ser fiscales, diputados, ministros o jueces.

Tasas impositivas más altas. La segunda ciudadanía no aumenta inherentemente los impuestos. Las tasas impositivas en el país de la primera ciudadanía solo pueden aumentar si el ciudadano con doble ciudadanía se muda a otro país por más de 183 días y pierde su residencia fiscal en el primero.

Si no existe un tratado para evitar la doble imposición entre los dos países de la ciudadanía de una persona, el ingreso global del individuo puede ser gravado en ambas jurisdicciones. Esto conlleva una mayor carga fiscal general, ya que el individuo debe cumplir con las obligaciones fiscales en cada país.

Dificultades en caso de conflicto entre países. Dado que ambos países reconocen a la persona únicamente como su ciudadano, los conflictos entre los países pueden obligar al individuo a elegir dónde realizar el servicio militar. Elegir un país puede llevar a un proceso judicial en el otro.

Este problema no afecta a los participantes de los programas de inversión. Por regla general, ni los inversores ni sus familiares están obligados a realizar el servicio militar en el país de la segunda ciudadanía.

Beneficios reducidos en el país de origen. Poseer una segunda ciudadanía puede afectar la elegibilidad para beneficios sociales y financieros. Por ejemplo, algunos países, como EE. UU., reducen o deniegan los pagos de la seguridad social a los jubilados que viven en el extranjero durante períodos prolongados, especialmente en naciones sin tratado.

Los beneficios basados en la residencia, incluido el apoyo al desempleo, la atención médica o la asistencia para la vivienda, solo pueden estar disponibles para los residentes, dejando a los ciudadanos con doble ciudadanía que viven en el extranjero sin acceso. Además, el acceso a la educación subvencionada puede estar restringido si los ciudadanos con doble ciudadanía se clasifican como no residentes.

Requisitos generales para los solicitantes. Independientemente de la vía elegida, los solicitantes deben cumplir los siguientes criterios estándar:

• tener antecedentes penales limpios;
• demostrar su elegibilidad;
• aportar pruebas del origen legal de los ingresos.

Algunos países también exigen a los solicitantes que se sometan a exámenes médicos para confirmar su buen estado de salud.

La vía de inversión para la ciudadanía suele permitir extender la ciudadanía a los familiares del solicitante principal. Todos los programas de Ciudadanía por Inversión permiten a los solicitantes incluir cónyuges e hijos menores de 18 años. Algunos programas permiten la inclusión de otros parientes, como hijos adultos, hermanos, padres o incluso abuelos.

Los documentos necesarios para adquirir un segundo pasaporte dependen del país y de la vía de ciudadanía. Sin embargo, los siguientes documentos suelen ser necesarios en la mayoría de los países:

• un pasaporte válido;
• un certificado de nacimiento;
• fotografías tamaño pasaporte;
• un certificado de antecedentes penales del país de nacimiento del solicitante y de cualquier país de residencia;
• extractos bancarios recientes que demuestren estabilidad financiera y el origen legal de los fondos;
• un certificado de salud para asegurar que el solicitante no padece enfermedades graves;
• certificados de matrimonio o divorcio, si procede;
• para la naturalización, pruebas de residencia legal en el país durante el período requerido;
• para la ciudadanía por inversión, documentación que confirme que el solicitante ha cumplido los requisitos de inversión estipulados por el programa de ciudadanía;
• certificado de dominio del idioma, si procede.

Todos los documentos que no estén en el idioma oficial del país de destino deben ser traducidos por un traductor jurado. También puede ser necesaria la legalización y la apostilla para autenticar los documentos.

Los países siguen políticas diversas en cuanto a la segunda ciudadanía, a menudo distinguiendo entre sus ciudadanos y los inmigrantes. Algunos estados permiten a los extranjeros adquirir una segunda ciudadanía mientras la prohíben a sus propios ciudadanos.

Las leyes de cada estado establecen sus propias condiciones y restricciones para la expedición de pasaportes a extranjeros, dependiendo del método de obtención de la ciudadanía.

Por ejemplo, en Austria, la naturalización suele requerir la renuncia a la primera ciudadanía. Sin embargo, las personas a las que se les concede la ciudadanía austriaca por logros excepcionales en campos como la ciencia, el deporte, las artes o los negocios pueden conservar su nacionalidad original.

1. La diferencia entre la segunda ciudadanía y la doble ciudadanía es que en el primer caso los países no reconocen formalmente la otra nacionalidad, tratando a un individuo únicamente como su ciudadano.
2. La segunda ciudadanía puede adquirirse por naturalización, matrimonio, ascendencia o inversión, cada una con requisitos y procesos específicos.
3. Los beneficios de un segundo pasaporte incluyen una mayor libertad de viaje, a menudo concediendo acceso sin visado o con visado a la llegada a numerosos destinos. La posesión de un segundo pasaporte también puede facilitar la expansión de negocios, la diversificación financiera y, potencialmente, la optimización fiscal.
4. Las desventajas de la segunda ciudadanía incluyen posibles restricciones para ocupar cargos gubernamentales o militares y el requisito de notificar a las autoridades sobre múltiples nacionalidades.
5. Los programas de Ciudadanía por Inversión ofrecen una vía rápida para obtener un segundo pasaporte, a menudo en cuestión de meses, sin necesidad de residencia en el país.