Oportunidades de inversión en Hungría: formas inteligentes de invertir en una economía fuerte de Europa Central y del Este

1. Entorno legal favorable para el inversor. Como Hungría es miembro de la UE, su legislación es totalmente transparente y está armonizada con la legislación de la UE. El proceso de registro de empresas bajo un procedimiento simplificado tarda 1—2 días, y los costes son bajos en comparación con otros países de la UE.

El informe inaugural Business Ready del Banco Mundial, publicado en octubre de 2024, evaluó la calidad de las regulaciones y los servicios públicos en 50 economías. Hungría obtuvo la puntuación más alta en la categoría de marco regulatorio con un 78,23%, lo que indica un entorno favorable para las operaciones comerciales.

2. Sistema bancario sólido. El sistema bancario húngaro es considerado uno de los más sanos y desarrollados de Europa Central y Oriental. Hay alrededor de 40 bancos, incluyendo sucursales de grandes bancos europeos como OTP Bank, Raiffeisen Bank y Erste Bank.

La apertura de cuentas bancarias está disponible tanto para residentes como para no residentes. Los titulares de cuentas bancarias húngaras pueden realizar transferencias bancarias facilitadas a otros países de la UE a través del sistema SEPA.

3. Régimen fiscal favorable para las empresas. En Hungría, las empresas pagan un impuesto sobre la renta a un tipo fijo del 9%. Para comparar, en la vecina Austria, el impuesto de sociedades es del 25%; en Alemania, el impuesto total pagado por las empresas puede alcanzar el 30%.

Las empresas húngaras tampoco pagan retención de impuestos sobre los pagos salientes a empresas extranjeras.

El tipo general del IVA es del 27%, que es alto en comparación con otros países de la UE. Sin embargo, existen tipos reducidos de IVA del 5% y 18% aplicados a ciertas categorías, como pan, productos lácteos, medicamentos o servicios de internet y alojamiento.

4. Subvenciones e incentivos para empresas. El Gobierno húngaro ofrece una serie de medidas para apoyar la competitividad empresarial. Incluyen ayudas regionales y no regionales de fondos, subvenciones en efectivo para inversiones VIP e incentivos fiscales para ciertos tipos de empresas y proyectos de inversión.

5. Ubicación favorable. Hungría se encuentra en el cruce de las principales rutas de transporte, lo que permite un acceso rápido a cualquier parte de Europa. Ocupa el quinto lugar en densidad ferroviaria en la UE y cuenta con tres aeropuertos internacionales. El de Budapest ofrece vuelos directos a más de 120 destinos en todo el mundo.

6. Coste de vida asequible. Los índices de nivel de precios húngaros para bienes y servicios de consumo son un 30% más bajos que la media de la UE. Los precios de la electricidad, el gas y los combustibles son los más bajos de la UE, según Eurostat.

7. Oportunidad de obtener residencia por inversión. Los extranjeros que adquieran unidades de fondos inmobiliarios húngaros pueden obtener un permiso de residencia por 10 años. Para ello, deben invertir al menos 250.000 €.

La economía de Hungría ocupa el puesto 50 del mundo en PIB per cápita y el 54 en términos de PIB total, según datos del Fondo Monetario Internacional.

El PIB per cápita húngaro es comparable al de Portugal y Rusia. De 2017 a 2022, aumentó de aproximadamente el 69% al 74,7% de la media de la UE y alcanzó el nivel de 46.372 $ en 2024.

El país mostró una recuperación económica estable tras la pandemia de COVID-19. Sin embargo, en el tercer trimestre de 2023, el crecimiento económico se ralentizó y mostró un descenso del 0,4% en comparación con el tercer trimestre de 2022. En 2025, se espera que la economía del país crezca un 3,3%.

Hasta el 80% del PIB del país corresponde a las exportaciones. Los socios comerciales más importantes de Hungría en la UE son Alemania, Italia y Rumanía. El mayor socio exportador fuera de la UE es Estados Unidos.

Los sectores clave de la economía húngara incluyen materiales de construcción, alimentación, textiles, productos químicos, vehículos de motor, TI, electrónica y software.

El mercado laboral ha mejorado significativamente en la última década. La tasa de desempleo actual es de alrededor del 4,7%, y la OCDE proyecta que se reducirá al 4,0% para 2026.

El programa de Golden Visa de Hungría permite a los inversores en propiedades húngaras obtener un permiso de residencia de 10 años en el país. Así, los titulares de la Golden Visa pueden trasladarse a Hungría y permanecer allí más de 90 días de cada 180.

Opciones de inversión. Hungría ofrece dos vías de inversión para la residencia:

• adquirir unidades de fondos de inversión inmobiliaria por al menos 250.000 €;

• o donar a una institución de enseñanza superior al menos 1.000.000 €.

Entre los países de la UE con Golden Visa, solo Portugal tiene una opción similar de unidades de fondo, pero el umbral de inversión allí es de 500.000 €.

Fondos de inversión elegibles. Para que un fondo sea elegible para la Golden Visa, debe estar incluido en la lista de operadores de mercado aprobados mantenida por la Oficina de Protección de la Constitución. Además, un mínimo del 40% de sus activos debe invertirse en bienes inmuebles residenciales ubicados en Hungría.

En 2025, hay dos fondos de inversión aprobados: el Gravitas Hungary Fund y el SPRINT Real Estate Development and Investment Fund.

El Gravitas Hungary Fund, parte del consolidado grupo Gránit, fue creado para los solicitantes de la Golden Visa. Invierte al menos el 40% de sus activos en bienes inmuebles residenciales húngaros —principalmente apartamentos modernos para arrendamiento a largo plazo—, destinando el resto a bonos y otros proyectos inmobiliarios.

El fondo ofrece un rendimiento anual estimado del 5—6%.

El SPRINT Real Estate Development and Investment Fund es un fondo privado y cerrado. Se centra en el crecimiento del capital y la generación constante de ingresos a través de inversiones inmobiliarias estratégicas.

La cartera del fondo incluye propiedades residenciales, complejos logísticos, hoteles y edificios de oficinas, principalmente ubicados en Hungría.

Elegibilidad del solicitante. La Golden Visa está diseñada para ciudadanos no pertenecientes a la UE y no pertenecientes al EEE que deseen invertir en la economía húngara. Actualmente, las solicitudes de ciudadanos estadounidenses solo se aceptan si tienen doble ciudadanía.

El cónyuge, los hijos menores de 25 años y los padres pueden obtener permisos de residencia junto con el inversor.

Validez de la Golden Visa. La residencia puede renovarse una vez por 10 años adicionales. Para ser elegible para una prórroga, el inversor debe seguir poseyendo el activo de inversión.

Rendimiento del mercado. El mercado de valores de Hungría ha mostrado un fuerte crecimiento. En 2024, el índice BUX — el principal referente del mercado del país que sigue a las principales empresas cotizadas como OTP Bank, la compañía energética MOL y la farmacéutica Richter — subió un 30,9%. Esto refleja una creciente confianza de los inversores y unas perspectivas económicas positivas.

Cómo invertir. Los ciudadanos extranjeros que deseen invertir en acciones y bonos húngaros pueden hacerlo a través de la Bolsa de Budapest, que es el principal mercado de valores del país. Todos los valores se negocian en línea a través de un sistema dedicado y pueden comprarse a través de agentes de bolsa autorizados.

Los valores gubernamentales se consideran la opción de inversión más segura y conservadora en Hungría. La mayoría de ellos pagan intereses regulares, conocidos como cupones, y se reembolsan íntegramente al vencimiento.

El tipo de interés de estos valores depende de factores como la fecha de emisión, la duración de la inversión y, para algunos tipos, la tasa de inflación actual. En la actualidad, los rendimientos medios oscilan entre el 6,2 y el 6,8% anual.

Tanto residentes como no residentes pueden invertir en bonos gubernamentales húngaros. Los no residentes deben cumplir los requisitos legales tanto de Hungría como de su país de origen al comprar o vender estos activos.

Fuente: Agencia de Gestión de la Deuda Pública de Hungría

El Gobierno húngaro fomenta las inversiones empresariales. Para promover las inversiones extranjeras directas, mejora continuamente el sistema fiscal. Actualmente, las empresas húngaras pagan el impuesto de sociedades más bajo de la UE —a un tipo del 9% independientemente de los ingresos.

Las empresas húngaras pueden beneficiarse de diversas subvenciones e incentivos proporcionados tanto por el gobierno como por diferentes fondos.

El sistema de subvenciones en efectivo VIP mejora la competitividad empresarial. Se trata de una subvención en efectivo no reembolsable concedida para proyectos de inversión, creación de empleo, I+D y formación. El importe de la subvención puede alcanzar el 50% de los costes de inversión elegibles, dependiendo del tipo de inversión y de la región en la que esté registrada la empresa.

Otros criterios de elegibilidad para las subvenciones pueden incluir el mantenimiento de las inversiones durante un cierto número de años, la creación del número de puestos de trabajo establecido y la demostración de un aumento de los costes salariales o de los ingresos por ventas base.

Los incentivos fiscales permiten a las empresas optimizar sus impuestos. El incentivo fiscal al desarrollo puede solicitarse durante 13 años a partir del año de la inversión y permite una deducción de hasta el 80% del impuesto de sociedades anual a pagar.

Los incentivos fiscales para proyectos de inversión en eficiencia energética dependen de la ubicación de la inversión y permiten la deducción de hasta el 45% de los costes elegibles, con un importe máximo de 15 millones de euros. Una empresa puede solicitar el incentivo a partir del ejercicio fiscal en que se realiza la inversión y en los cinco ejercicios fiscales siguientes.

Residencia para propietarios de negocios. Hungría ofrece un permiso de residencia por negocios adaptado a los emprendedores no pertenecientes a la UE ni al EEE que establecen una empresa en el país. El permiso se concede inicialmente por 1 año y puede prorrogarse por 2 años más.

La economía de Hungría está cambiando rápidamente. Varios sectores no solo prosperan, sino que también ofrecen fuertes rendimientos a los inversores.

Tecnología e innovación digital. La escena tecnológica de Hungría se está expandiendo rápidamente, con startups y empresas en crecimiento impulsando la innovación en IA, análisis de datos, ciberseguridad y computación en la nube. La agenda de digitalización del gobierno y la creciente demanda de servicios externalizados han convertido al país en un centro tecnológico regional.

Este impulso se extiende a AgTech, EdTech y FinTech, donde la IA y la automatización están transformando la agricultura, la educación y las finanzas. El resultado es un sólido ecosistema para la inversión en fase inicial, el capital riesgo y las fusiones y adquisiciones transfronterizas, apoyado por un gran talento en aprendizaje automático y blockchain.

Repunte del comercio minorista. Las ventas minoristas aumentaron un 5% interanual en abril de 2025, superando las previsiones. El aumento de los salarios reales y la creciente confianza del consumidor están impulsando este crecimiento. Para los inversores, es una señal clara: los fondos centrados en el comercio minorista, el comercio electrónico y los bienes raíces en Europa Central tienen un argumento sólido.

Salud y ciencias de la vida. El envejecimiento de la población y la escasez crónica de personal están impulsando la demanda de servicios de atención sanitaria. Esto incluye clínicas privadas, telemedicina y dispositivos médicos. El sector sanitario de Hungría sigue subdesarrollado, lo que significa que hay mucho margen de crecimiento.

Construcción e infraestructuras. La expansión urbana y las obras públicas respaldadas por la UE están impulsando el sector de la construcción. Existe una demanda sostenida de proyectos inmobiliarios, viviendas modulares y tecnología de la construcción. Para los inversores, las asociaciones público-privadas ofrecen ganancias estables a largo plazo.

Automoción e ingeniería. Hungría sigue siendo un centro neurálgico para la industria automovilística europea, albergando a Audi, BMW, Mercedes-Benz y Suzuki. El foco ahora está en la localización de las cadenas de suministro y el cambio a vehículos eléctricos. Las oportunidades incluyen la producción de baterías, laboratorios de I+D y componentes especializados.

Logística y cadena de suministro. La ubicación de Hungría en el cruce de Europa la convierte en un centro logístico. El comercio electrónico está en auge, y también lo está la necesidad de almacenes modernos, entrega de última milla y servicios de transporte de mercancías. Los inversores están interesados en los bienes raíces industriales y la automatización.

Energías renovables. Hungría aspira a ser neutra en carbono para 2050. Las inversiones en energía solar, nuclear y eólica ya están en marcha. Hay un espacio creciente para infraestructuras verdes, redes inteligentes, almacenamiento y startups de energía limpia, impulsado por la financiación de la UE y las políticas pro-renovables.

Turismo y hostelería. El turismo se está recuperando, con Budapest y las ciudades balneario liderando el repunte. Las campañas gubernamentales y la demanda de viajes reprimida están reactivando hoteles y complejos de bienestar. Los inversores están apostando por estancias boutique y turismo experiencial.

La legislación húngara permite a los extranjeros adquirir propiedades. Para ello, deben obtener permiso del organismo gubernamental competente. La operación siempre va acompañada del abogado que obtiene el permiso y se comunica con las autoridades en nombre del inversor.

Los precios de la propiedad en Hungría aumentan continuamente: desde 2010, han subido un 230%, según Eurostat.

El precio medio de la propiedad para inmuebles de nueva construcción por metro cuadrado es de unos 2.900 €. Los inmuebles más caros se encuentran en Budapest: aquí, el precio medio es de 3.695 € por metro cuadrado, alcanzando los 5.500 € por metro cuadrado en las zonas prestigiosas y turísticas de la ciudad.

La mayoría de los gastos inmobiliarios incluyen el impuesto de transmisiones patrimoniales del 4% por la transmisión de la propiedad, las tasas administrativas y los honorarios por servicios legales, de agente inmobiliario y notariales. Los gastos asociados totales suelen equivaler al 10% del precio de la propiedad.

Al vender la propiedad, el inversor paga un impuesto sobre las ganancias de capital del 15% de la diferencia entre el precio de compra y venta.

El rendimiento anual del alquiler es del 3,5 al 8%, dependiendo de la propiedad y la región. Por ejemplo, en Budapest, los precios de alquiler mensuales comienzan en 235.000 HUF, lo que equivale a unos 580 €.

Elegibilidad para la residencia. Los inversores extranjeros no pueden comprar bienes inmuebles y calificar automáticamente para un permiso de residencia.

Sin embargo, los solicitantes de residencia suelen necesitar una dirección registrada en Hungría; por lo tanto, compran o alquilan propiedades residenciales en el país, entre otros requisitos.

Hungría ofrece una variedad de opciones de inversión para adaptarse a diferentes objetivos:

• para la residencia, los fondos de inversión inmobiliaria son una opción principal: una inversión de 250.000 € en fondos aprobados como Gravitas asegura una Golden Visa de 10 años y ofrece rendimientos estables del 5—6%;

• para inversores conservadores, los bonos gubernamentales rinden entre el 6,2 y el 6,8% y ofrecen protección del capital, aunque no otorgan residencia;

• si prefiere activos tangibles, las compras directas de propiedades ofrecen hasta un 8% de rendimiento de alquiler y crecimiento a largo plazo, siendo los inmuebles de Budapest los más demandados;

• para potencial de beneficios con residencia, respaldado por el impuesto de sociedades del 9% de Hungría y fuertes incentivos, crear una empresa es una opción;

• mayores rendimientos se esperan para inversores experimentados en el mercado de valores, pero esta opción conlleva un mayor riesgo y no ofrece beneficios migratorios.

Aunque Hungría ofrece muchas ventajas para los inversores extranjeros, es importante comprender los riesgos potenciales antes de comprometer capital. La conciencia de estos desafíos le ayudará a construir una estrategia más resiliente.

Cambios regulatorios y burocracia. Aunque Hungría tiene un marco legal favorable para el inversor, las actualizaciones regulatorias pueden afectar a sectores como el inmobiliario, las finanzas y la energía. Los cambios en las normas de inmigración, los incentivos fiscales o los criterios de elegibilidad de los fondos pueden afectar a los rendimientos o a los plazos de residencia.

Navegar por la burocracia local también puede llevar mucho tiempo sin apoyo profesional, especialmente para la constitución de empresas o la adquisición de propiedades.

Riesgos de divisa e inflación. La moneda de Hungría, el forinto (HUF), puede ser volátil frente al euro o el dólar estadounidense. Las fluctuaciones monetarias pueden mermar los rendimientos de los inversores extranjeros, particularmente en inversiones a largo plazo como bienes raíces o bonos.

La inflación también puede afectar el valor real de los ingresos por alquiler o los rendimientos de los bonos, especialmente para los instrumentos de tipo fijo.

Restricciones de liquidez y salida. Ciertas vías de inversión — como las compras directas de propiedades, los proyectos empresariales privados y los fondos inmobiliarios cerrados — conllevan una liquidez limitada. Salir de estas inversiones puede llevar meses e implicar costes legales o financieros. Esto puede complicar la repatriación de capital o la planificación de la reinversión.

Competencia de mercado y presión sobre los precios. Budapest y otras regiones clave son cada vez más competitivas. Los precios de la propiedad han subido bruscamente en los últimos años, reduciendo los márgenes de beneficio. Del mismo modo, los sectores de startups y tecnología están atrayendo más capital extranjero, lo que puede elevar los umbrales de entrada y reducir las expectativas de crecimiento futuro.

Carga operativa y de cumplimiento. Las inversiones que requieren una gestión activa — como gestionar un negocio o una propiedad — exigen tiempo, conocimiento local y cumplimiento normativo. El incumplimiento de las obligaciones laborales, fiscales o de información puede dar lugar a sanciones o problemas con el permiso de residencia.

1. Hungría fomenta las inversiones extranjeras. Ofrece un entorno legal favorable para el inversor, un bajo tipo de impuesto de sociedades y diversas subvenciones para empresas.

2. La economía húngara ocupa el puesto 54 del mundo en PIB total y se espera que crezca un 3,3% en 2025.

3. Los inversores se benefician de diversas subvenciones e incentivos fiscales proporcionados por el Gobierno. El impuesto de sociedades para las empresas es del 9%, el más bajo de la UE.

4. Los valores gubernamentales húngaros son un instrumento de inversión conservador y seguro que puede generar un rendimiento del 6,2—6,8% anual.

5. Los propietarios de negocios pueden obtener permisos de residencia si registran una entidad jurídica en Hungría. El permiso se concede por 1 año, sujeto a prórroga por 2 años.

6. Los ciudadanos extranjeros pueden adquirir bienes inmuebles en Hungría. Los inversores que compran propiedades residenciales pueden optar a la residencia si cumplen otros requisitos correspondientes al tipo de residencia deseado.

7. Los inversores pueden adquirir unidades de fondos de inversión inmobiliaria por al menos 250.000 € y obtener una Golden Visa por 10 años.